¿Por qué un cambio te pasa por encima como una montaña rusa? Un día te sientes motivada, al siguiente frustrada, y al tercero te preguntas si todo esto vale la pena. Es normal, son las etapas emocionales del cambio.
Para que este post te sea útil desde el minuto uno, piensa en un objetivo de cambio. Algo sencillo y universal: por ejemplo, “quiero llevar una vida más saludable”.
Vale, piensa en cómo has empezado el proceso de cambio. Seguro que empiezas con la motivación por las nueves, en nuestro caso hemos comprado la esterilla de yoga, la compra la ha hecho nuestra versión que llena la nevera de verde y todo 😂.
¿Cómo lo llevas dos días después?¿Y al tercer día? Nosotras ya hemos empezado con las negociaciones sobre si de verdad hace falta salir a entrenar hoy… y al tercero surge un imprevisto familiar/ un plan con los amigos y ya nos decimos que mejor lo dejamos para el lunes.
Spoiler: no es que el cambio no te quiere. Es que estás atravesando las etapas emocionales del cambio.
Estás atravesando las etapas emocionales del cambio. Son universales, nos pasan a todos, aunque nadie nos enseñó a reconocerlas ni a gestionarlas.
La buena noticia: cuando entiendes qué emoción toca en cada fase, dejas de luchar contra ti y conviertes esa montaña rusa en combustible para tu cambio.
En este artículo vas a descubrir cuáles son esas seis etapas emocionales del cambio.
Nuestro propósito es empoderar a inconformistas como tú con contenido útil y probado.
A medida que leas las seis etapas, piensa en tu propio objetivo de cambio e identifica en qué etapa emocional estás. Esa es la manera de empezar a gestionarlas con cabeza, no a lo loco.
¿Sientes el enfado? Es normal.
Ese instante en el que dices “no aguanto más”. La rabia es tu gasolina inicial, la chispa que enciende cualquier proceso de cambio. Sin ella, no arrancas.
El problema es que solemos disfrazarla de queja o la dirigimos hacia otros, y entonces se convierte en ruido que te aturde y no te deja avanzar.
La etapa de la alegría
Aquí te sientes invencible: nueva rutina, nueva ilusión, nueva playlist para el gym.
Esta etapa es deliciosa, pero frágil: si la compartes demasiado pronto, siempre hay alguien que te quita la ilusión. Si compartes tu ilusión demasiado pronto, prepárate para el típico comentario ‘a ver cuánto te dura’. Spoiler: te dura lo que te dejes.
El miedo llama a la puerta
Cuando empiezas a mover ficha, aparece el miedo. Tu mente lanza preguntas en bucle: “¿y si fracaso?, ¿y si no soy capaz?”.
El miedo no es un error, es la prueba de que estás saliendo de tu zona de confort . La mayoría abandona aquí porque interpreta el miedo como una señal de “esto no es para mí”.
Si esta es tu etapa, necesitas método, no motivación. Descubre y aplica el método de gestión del cambio de Gloria Méndez con nuestro curso Los Principios de la Gestión del Cambio.
No está pasando nada… o sí.
De repente, silencio. Parece que no pasa nada.
Y claro, los nervios se apoderan de la situación ¿me habré estancado?, ¿estaré perdiendo el tiempo?
Esta etapa es donde cometemos el error de abandonar el cambio pensando que no ha aparecido, que nos ha hecho ghosting/luz de gas.
La clave en esta etapa es entender que la espera no es pasividad: es reposo, integración, espacio para que el cambio pueda aparecer.
Es normal sentirse triste
Aquí toca despedirse de lo viejo. Y sí, duele. Porque soltar una identidad, un hábito o una etapa es hacer duelo.
El error es pensar que estar triste significa que te equivocaste en tu cambio. Al contrario: la tristeza es la puerta de salida de lo que ya no te sirve, y la condición para abrir espacio a lo nuevo.
¡Lo lograste!
El gran momento: tu cambio ya forma parte de ti. No es un esfuerzo extra, es tu nueva normalidad. Aquí la energía se dispara, celebras, sientes orgullo.
Pero ojo: si no pasaste por todas las etapas anteriores, esta realización será un espejismo, un subidón momentáneo.
La verdadera realización solo llega cuando recorres el camino entero.
Conclusión…
Cambiar no es cuestión de suerte sino de método. Has de saber en qué etapa estás, qué emoción toca y cómo gestionarla sin sabotearte en el camino.
La mayoría abandona porque cree que sentir miedo, tristeza o parón significa que “algo va mal”.
No: significa que estás en la etapa que toca. El problema es que nadie nos lo enseñó hasta ahora.
En Escuela de Cambio sí lo hacemos, gracias al método de Gestión del cambio de Gloria Méndez.
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Deja de improvisar, para que entiendas el mapa emocional de cualquier cambio y lo recorras con claridad, sin perderte en el proceso.
Si estás cansada de empezar cambios y quedarte a medias, este curso es tu primer paso.
Recuerda, cambiar no es cuestión de suerte sino de método.
Gracias por leer hasta aquí y gracias por seguir pensando a partir de ahora ♥️.
Respuestas express
¿Tienes una pregunta express? Comenta y lo hablamos.
¿ Las 6 etapas emocionales del cambio siempre son las mismas?
Sí, son universales para todos los cambios y aparecen en un orden concreto. Si las alteras o te atascas, el cambio se bloquea.
¿Por qué me siento mal si estoy cambiando para mejor?
Porque el cambio remueve emociones incómodas. Sentir miedo o tristeza no es un error: es parte del proceso. Lo importante es saber en qué etapa estás y cómo gestionarla para no rendirte.
¿Qué pasa si me quedo atascado en una etapa?
No es el fin del mundo: significa que no sabes cómo gestionarla y por tanto has de buscar las herramientas adecuadas para la gestión.
Recuerda, sin método, es fácil confundir señales y rendirse antes de tiempo.
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